23 de febrero de 2012

HUEVOS


El huevo ha sido desde hace miles de años muy importante en todas las culturas como símbolo de abundancia y fecundidad.

Los romanos consideraban el huevo un manjar exquisito y como adorno, los colocaban decorados en pedestales. Comían varios huevos cocidos como aperitivo antes del plato principal. El libro de cocina más antiguo que se conoce, “Antología de recetas de la Roma Imperial”, escrito por Apicio, incluye muchas recetas elaboradas con huevos.

El huevo se usaba en pinturas al temple, ya que se adhiere muy bien a la madera y a superficies decoradas con hojas de oro. Este método fue usado en un principio por los egipcios que lo empleaban para decorar ataúdes. El huevo se convirtió en la herramienta preferida de los pintores, quienes mantenían en secreto la mezcla de huevo con sus pinturas.

Esta técnica tuvo su mayor esplendor durante la Edad Media. Cuentan que Miguel Ángel usó esta técnica con el huevo como ingrediente al pintar la Capilla Sixtina. También la utilizaban en grabados, dibujos y decoración de mapas y grabados hecho en tinta.

El huevo crudo o cocido, absorbe colores, sabores y aromas. Uno de los métodos de alteración del color de la cascara y de la clara se remonta a muchos siglos atrás en Jerusalén. La forma de hacerlo es esta:

“12 huevos con la cascara intacta, 2 cuartos de agua, 1/3 de aceite de oliva, 1 cucharadita de sal y 4 tazas de hojas secas de cebolla de Egipto. Colocar los huevos en una olla, cubrir con agua y agregar los ingredientes. Dejarlos hervir a fuego lento durante toda la noche”. El resultado es que tanto la clara como la cascara se convierten en color café claro, rojo y puede llegar a negro.

En Oriente celebraban el “Huevo de los Mil Años”, en la cual la clara se vuelve negra y la yema adquiere un brillo dorado. La forma de hacerlo es la siguiente:

“Se cubren los huevos, tienen que ser de pato, durante  40 días con una pasta hecha con barro rojizo, vino y sal, antes de hervirlos hasta que estén duros”.

2 comentarios :

profedegriego DICE

Querida Ana, recuerdo en Éfeso (Turquía) haber visto canalizaciones de agua de época romana en la que las piezas de los tubos de conducción iban encajadas unas con otras y selladas con clara de huevo, ¡como un excepcional "Loctite" de la Antigüedad!
Mil biquiños.
P.D. Cuando puedas, pásate por mi blog; te he dejado allí un premio que encaja a la perfección con tu blog.

Ana DICE

Profedegriego por lo que vemos el huevo sirve para muchas cosas aparte de en la cocina.

Gracias por el premio, un beso.