28 de mayo de 2007

CARAS EN MI COCINA


Anoche, al irme a dormir, en el techo de la cocina, habían aparecido de repente unas manchas.

No tiene mucha importancia, pero es que parecían las caras de Belmez, había como diez, todas separadas.

Me puse a mirarlas embelesada y distinguía hombres, mujeres y niños.
Por un momento imagine mi cocina llena de gente investigando mis caras.

Podía ser humedad del piso de arriba, pero porque habían salido de repente y no estaban recién hechas, sino que tenían los bordes marrones.

Al pensar eso me entro un miedo de cojo..., no sabía que hacer, si meterme en la cama y taparme hasta la cabeza, o subirme a una escalera y tocarlas.

En vez de eso hice un recorrido por todos los techos de la casa, pero lo peor es que cogí el rodillo de amasar en la mano, como arma defensiva, como si eso me sirviera de mucho con las caras.

Pero no, la cocina era el único sitio donde se habían instalado.
Decidí irme a la cama y quitármelas de la cabeza, la verdad es que tarde en dormirme.

Está mañana, lo primero que he hecho es ir a verlas ¡¡¡NO ESTABAN!!! el techo estaba completamente blanco.

No entiendo nada y puedo jurar que no estaba, ni dormida, ni borracha, ni drogada.

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